domingo, 20 de septiembre de 2009

Distorsión Nocturna

No existe el todo, ni tampoco el vacío. Todos los días pasan de la misma manera, la claridad del día mantiene la mente despierta, la ilusión del cambio, el sueño de la nada
Los dos amantes de la noche se fusionan, son uno, no se conocen, no pueden verse el uno al otro, pero no importa, ellos no lo quieren hacer. El calor del verano hace que el ambiente esté viciado, el alcohol y el humo hace todo más confuso, pero a ellos no les importa, sus mentes están llenas de ideas que se enredan en las neuronas como el hilo de un mal tejido, ellos se aman, ellos se odian. Se encuentran y se acompañan en su soledad inexistente. El esperpéntico paisaje con árboles que bailan al ritmo de un viento ausente es el escenario de su absurda relación, pero a ellos no les importa, ellos esperan a que la noche se termine.

2 comentarios:

  1. "El esperpéntico paisaje con árboles que bailan al ritmo de un viento ausente..."

    Ni el todo ni el vacío. Un término medio. Una cotidianeidad extraordinaria donde la rutina no implique monotonía y las ilusiones y los sueños se vayan desarrollando en favor del devenir. Aprovechar los pequeños placeres sin miramientos ni recelos. Sí, quizá todo sea absurdo, pero yo lo prefiero. La vida es un sinsentido, una fotografía distorsionada y una palestra donde todo es esperpento. Y las personas como personajes de una gran obra de teatro debemos actuar, pero saliéndonos del guión establecido porque al fin y al cabo todos sabemos dónde vamos a acabar. Por ello, aprovechemos nuestra estancia, aunque no sea un paraíso con gastos pagados.

    Sonría, por favor.

    ResponderEliminar
  2. ¡Ella es una mujer modernarrrss!

    Que disfruta de placeres (je),pero que a la vez se siente ajena a esos placeres.

    Como decir que todo es distinto, pero que nada es profundamente diferente, a mií modo de ver.

    Besos Clau.

    Karina

    ResponderEliminar